miércoles, 22 de julio de 2009

Tras el cristal estoy a salvo.




Me gusta mi país… bueno... corrigiendo esto último… Me gusta la mayor parte de mi país.
Es un sitio bastante equilibrado. Algunos asuntos tienden más hacia una parte que otros.
Aquí encuentras mucha gente buena, trabajadora, seria, educada y con muchos otros valores positivos. Luego tienes la contraparte, gente mal educada, que no le gusta trabajar, oportunistas. Lo justo para equilibrar la balanza.

Siendo este país tan equilibrado no me extraña que nos encontremos a niños que no saben qué hacer, aprenden a vivir con lo negativo asimilando esto como lo “normal”.

¿Cómo explicarle a un niño de 10 años que lo que hace todos los días desde la mañana hasta bien entrada la noche no es lo correcto?

A este niño lo dejan todos los días en una esquina para que pida limosnas. Yo entiendo que esto es un trabajo, veo a un menor trabajando.

¿Y qué hace la gente buena?

La gente buena sube el cristal…

“No podemos cambiar el mundo…” “No podemos darle la limosna pues con ello promovemos el que estén aquí…” ”Esto es República Dominicana…”

La gente buena se ha vuelto conformista y al igual que el niño ha asimilado esto como algo normal… “lo habitual”

Como la gente buena no ve rareza en el asunto, el desalmado que se aprovecha de esto y saca tajada queda impune.

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